Lo mejor de "Reservoir dogs"

- Con excepción de Eddie y yo, a quienes ustedes conocen, usaremos apodos en este trabajo. Bajo ninguna circunstancia queremos que se relacionen el uno con el otro por su nombre de pila. Y no quiero ningún tipo de conversación personal. Esto incluye dónde han estado, el nombre de la esposa, dónde cumplieron sentencias o un banco que tal vez robaron en San Petesburgo. Lo único de lo que quiero que hablen, si tienen que hablar, es de lo que van a hacer. Eso debe bastar. Estos son sus nombres: Sr. Marrón, Sr. Blanco, Sr. Rubio, Sr. Azul, Sr. Naranja y Sr. Rosa.
- ¿Por qué soy yo el Sr. Rosa?
- ¡Porque eres un maricón! ¿Está bien?
- ¿Por qué no podemos elegir los colores?
- Imposible. Lo intentamos una vez, no funciona. Tienes a cuetro tipos peleando por quién va a ser el Sr. Negro. No se conocen, así que nadie quiere ceder. Imposible. Yo elijo. Tú eres el Sr. Rosa. Agradece que no eres el Sr. Amarillo.
- Pero Sr. Marrón, eso está muy cerca de Sr. Mierda.
- Sr. Rosa suena como Sr. vagina. ¿Qué tal Sr. Purpura? Eso suena bien. Seré el Sr. Púrpura.
- Tú no eres el Sr. Púrpura. Otro tipo en otro trabajo es el Sr. Púrpura. ¡Tú eres el Sr. Rosa!
- ¿A quién le importa qué nombre tienes?
- Es fácil para ti decirlo, eres el Sr. Blanco. Tu nombre suena bien. Si no es gran cosa ser el Sr. Rosa, ¿quieres cambiar?
- ¡Hey! Nadie cambia con nadie. Esto no es una jodida junta de la municipalidad. Ahora escucha bien, Sr. Rosa. Hay sólo dos caminos en este trabajo: el mío o la calle. ¿Qué decides, Sr. Rosa?
- Cielos, Joe. Olvidalo ya, carajo. Ya quedó atrás. Soy el Sr. Rosa. Continuemos.
- Continuaré cuando yo tenga ganas. ¿Todos entendieron el maldito mensaje? Estoy tan enojado regañándolos que apenas puedo hablar. Empecemos a trabajar...


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