viernes, marzo 21, 2008

No! Yo no ronco!



Diálogo entre un amigo de mi familia y mi vecinita (5 años)

Vecinita: Hola
Amigo de la familia: Hola
Vencinita: Vos quién sos?
Amigo de la familia: No me conocés?
Vecinita: No
Amigo de la familia: Vivo en la esquina (mentira, vive en otra ciudad)
Vecinita: Ah!
Amigo de la familia: Yo sí sé quién sos. A la noche te escucho roncar desde mi casa.
Vecinita: No! Yo no ronco!
Amigo de la familia: Sí roncás
Vecinita: No!
Amigo de la familia: Sí, si yo te escucho a la noche.
Vecinita: Decí que yo no ronco o no te invito a mi cumpleaños!


Qué aprendimos de esto?
- Todos los chicos (o muchos de ellos) se enojan cuando uno les dicen que roncan.
- La amenaza "No te voy a invitar a mi cumpleaños" es la más grave que pueden hacer. A los 5 años no saben que hay otras mucho más efectivas (de muerte, por ejemplo). Una vez que esto pasa es mejor detener la broma, porque lo que sigue es el llanto (y hay pocas cosas más incómodas que tratar de explicar a la madre por qué el nene o la nena se largó a llorar mientras estaba a nuestro cuidado)

lunes, marzo 17, 2008

Si pudiera separarme de mí mismo y viajar en el tiempo, volvería al pasado, me buscaría y me pegaría una buena paliza mientras me grito mis errores futuros (que no son pocos). Seguro que así los evitaría.

También podría golpearme la cabeza contra la pared ahora mismo, hasta que mi podio de prioridades tome el orden que considero correcto.

O podría seguir como hasta ahora. No debe faltar mucho para que choque otra vez contra la misma piedra.

Soy de terror. No aprendo de mis errores.